El óxido de cromo verde, con la fórmula química Cr₂O₃, es un compuesto inorgánico que combina estabilidad, funcionalidad y rentabilidad. Presenta un tono verde esmeralda brillante y duradero, junto con excelentes propiedades como alta resistencia a altas temperaturas y a la corrosión química. Debido a estas características, se utiliza ampliamente en diversos campos industriales, incluyendo pigmentos, metalurgia, cerámica y abrasivos, y es uno de los materiales clave indispensables en la producción industrial.
El óxido de cromo verde tiene un punto de fusión extremadamente alto de 2435°C y un punto de ebullición de aproximadamente 4000°C. No se descompone ni cambia de color cuando se usa durante mucho tiempo por debajo de los 1000°C, y puede mantener incluso su estabilidad estructural cuando se expone brevemente a un entorno de alta temperatura de 1800°C. Por lo tanto, es adecuado para escenarios de sinterización a alta temperatura (como esmaltes cerámicos y materiales refractarios).
Con una dureza de Mohs de 8,5, el óxido de cromo verde es superado únicamente por el diamante (dureza 10) y la corindón (dureza 9), y su dureza es considerablemente mayor que la de los metales y cerámicas ordinarios. Debido a su textura dura y resistencia al desgaste, se utiliza como un material de pulido y rectificado de alta calidad.