El óxido de hierro amarillo, también conocido como hierro amarillo o óxido férrico hidratado, es un hidrato de óxido de hierro con una forma cristalina en forma de aguja, y su fórmula química es Fe₂O₃・xH₂O. Debido a las diferencias en los métodos de producción y al grado de hidratación, existen variaciones significativas en su estructura cristalina y propiedades físicas. Generalmente se presenta en forma de monohidrato, es decir, Fe₂O₃・H₂O (con un peso molecular aproximado de 177,71) o FeOOH (con un peso molecular de aproximadamente 88,85), mostrándose como un polvo amarillo cuyos tonos varían desde el amarillo limón hasta el amarillo naranja. Su densidad relativa es de 2,4–4,0 y su punto de fusión es de 350–400 °C.
El óxido de hierro amarillo es un óxido alcalino con propiedades químicas estables. Tiene buena resistencia a la luz, a la intemperie y a los álcalis. Es insoluble en agua, soluciones alcalinas y etanol, ligeramente soluble en ácidos diluidos y soluble en ácido clorhídrico concentrado. No resiste altas temperaturas: cuando la temperatura es superior a 150–200 °C, el óxido amarillo de hierro se deshidrata y se transforma en óxido rojo de hierro, y el proceso de transformación se acelera entre 275–300 °C. Además, no es resistente a los ácidos y se descompone al entrar en contacto con ellos.
Debido a su excelente poder tintóreo y capacidad de ocultación, el óxido de hierro amarillo se utiliza ampliamente como colorante en pinturas, acuarelas, caucho, tintas, cerámica, cuero y mármol artificial. También se emplea en la producción de otros pigmentos de óxido de hierro, como el óxido de hierro rojo y el óxido de hierro negro. El óxido de hierro amarillo de grado alimenticio puede utilizarse como colorante en alimentos, cosméticos y recubrimientos de azúcar para productos farmacéuticos. Además, se usa en la preparación de polvo magnético y como catalizador, entre otras aplicaciones.
Aplicaciones: